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Cómo Lavar una Manta Pesada Paso a Paso

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Cuando pruebes una manta pesada, te encantará tanto que acabarás usándola todos los días. Sin embargo, como con cualquier artículo que se utilice con regularidad, llegará el momento en el que necesitarás lavarla.

Existe la idea errónea de que lavar una manta pesada puede dañarla, pero en realidad, con los cuidados adecuados, tu manta puede mantenerse en óptimas condiciones durante mucho tiempo. Es fundamental evitar el uso de cloro o suavizante, ya que estos productos pueden afectar la integridad de los materiales.

Si sientes que tu manta ya necesita un lavado, es esencial seguir las instrucciones de lavado específicas para cada componente. Por lo general, una manta pesada consta de dos partes principales: la manta en sí y una cubierta exterior (cobertor). Estos dos componentes tienen instrucciones de lavado únicas.

Paso 1: Revisión de manchas

El primer paso es revisar si tienes manchas en tu manta pesada o cobertor. Si encuentras alguna mancha:

  • Mezcla una cucharadita de detergente líquido para lavar platos con una taza de agua fría.
  • Sumerge un paño o un cepillo en esta solución
  • Frota suavemente sobre la mancha.

Si la mancha persiste, también puedes intentar remojar previamente tu manta pesada o cobertor para ayudar a aflojar la mancha (Paso 2)

Si tu manta o cobertor no presenta manchas, puedes omitir este paso.

Paso 2: Lavado cobertor y manta pesada

Lavar la cubierta exterior de tu manta pesada no podría ser más fácil

  • Separa el cobertor de la manta pesada.
  • Pon el cobertor en la lavadora y agrega un poco de detergente para ropa sin cloro ni suavizante.
  • Lava en frío en un ciclo suave con ropa de colores similares.

Lavar la manta pesada puede requerir un poco más de esfuerzo. No recomendamos poner nuestras mantas pesadas en tu lavadora doméstica, ya que puede causar desgaste innecesario en la manta y probablemente excederá la capacidad de tu lavadora.

En su lugar, recomendamos lavar la manta pesada mano. Así es cómo puedes hacerlo:

  • Llena una bañera (o un recipiente grande) con agua fría.
  • Agrega un detergente suave para ropa sin cloro ni suavizante y revuélvelo hasta disolver.
  • Coloca la manta pesada en el agua y  déjala reposar de 2 a 3 horas.
  •  Luego amásala suavemente con las manos por unos minutos. Luego vacía la bañera y reemplázala con agua fresca.
  • Vuelve a amasar y repite este proceso hasta que puedas exprimir agua limpia de la manta.
  • Vacía la bañera una vez más, exprime el agua de la manta y cuélgala para que se seque al aire libre.

Paso 3: Secado

En general, la mejor manera de secar una manta pesada es dejándola secar al aire. Además de utilizar menos energía (y por lo tanto ahorrarte dinero), secar al aire también ayudará a prolongar la vida útil de tu manta pesada. Elige un área bien ventilada que te permita secarla horizontalmente. Esto resulta en una distribución uniforme del peso de tu manta, lo que conduce a un secado más eficiente.

Método Alternativo: Lavado y secado a máquina (No recomendada)

Puedes optar por lavar y secar la manta pesada en máquina, pero ten en cuenta que esta opción puede reducir considerablemente su vida útil. Para hacerlo, asegúrate de llevar tu manta a una lavandería local, ya que cuentan con lavadoras especiales de alta resistencia adecuadas para este trabajo.

Para el lavado en máquina, solicita que seleccionen el ciclo delicado u otro ajuste suave y de menor intensidad. Asegúrate de informar que se use agua fría y un detergente suave sin cloro ni suavizante.

Para el secado, utiliza el ajuste de baja temperatura.

Siguiendo los simples pasos anteriores, puedes mantener tu manta pesada en óptimas condiciones durante muchos años.

Si tienes más preguntas sobre el proceso de lavado de tu manta pesada, no dudes en escribirnos

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